LAS 10 ESTRATEGIAS DE
MANIPULACIÓN MEDIÁTICA, SEGÚN SYLVAIN TIMSIT
En tiempos en los que urge el autocuestionamiento
de los principios y creencias sobre los que se rigen nuestras vidas, es
imprescindible el (re) conocimiento de los distintos aspectos que constituyen
nuestra realidad, su funcionamiento, interrelación y la doble influencia y
reciprocidad entre ésta y nosotros, como sus arquitectos / creadores.
1. La estrategia de la
distracción
El elemento primordial del control social es la
estrategia de la distracción que consiste en desviar la atención del público de
los problemas importantes y de los cambios decididos por las élites políticas y
económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas
distracciones y de informaciones insignificantes. La estrategia de la
distracción es igualmente indispensable para impedir al público interesarse por
los conocimientos esenciales, en el área de la ciencia, la economía, la
psicología, la neurobiología y la cibernética.
“Mantener la Atención del público distraída,
lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia
real. Mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún tiempo para
pensar; de vuelta a granja como los otros animales.”
– Cita del texto Armas silenciosas para guerras
tranquilas –
2. Crear problemas y
después ofrecer soluciones
Este método también es llamado
“problema-reacción-solución”. Se crea un problema, una “situación” prevista
para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el mandante de
las medidas que se desea hacer aceptar. Por ejemplo: dejar que se desenvuelva o
se intensifique la violencia urbana, u organizar atentados sangrientos, a fin
de que el público sea el demandante de leyes de seguridad y políticas en
perjuicio de la libertad. O también: crear una crisis económica para hacer
aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales y el
desmantelamiento de los servicios públicos.
3. La estrategia de la
gradualidad
Para hacer que se acepte una medida
inaceptable, basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas, por años
consecutivos. Es de esa manera que condiciones socioeconómicas radicalmente
nuevas (neoliberalismo) fueron impuestas durante las décadas de 1980 y 1990:
Estado mínimo, privatizaciones, precariedad, flexibilidad, desempleo en masa,
salarios que ya no aseguran ingresos decentes, tantos cambios que hubieran
provocado una revolución si hubiesen sido aplicadas de una sola vez.
4. La estrategia de
diferir
Otra manera de hacer aceptar una decisión
impopular es la de presentarla como “dolorosa y necesaria”, obteniendo la aceptación
pública, en el momento, para una aplicación futura. Es más fácil aceptar un
sacrificio futuro que un sacrificio inmediato. Primero, porque el esfuerzo no
es empleado inmediatamente. Luego, porque el público, la masa, tiene siempre la
tendencia a esperar ingenuamente que “todo irá mejorar mañana” y que el
sacrificio exigido podrá ser evitado. Esto da más tiempo al público para
acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarla con resignación cuando llegue
el momento.
Una prensa libre — diarios, revistas, radio,
TV, blogs — es el eje de toda democracia verdadera (y un guardián elemental de
los negocios). Sasa Vucinic, periodista de Belgrado, habla sobre su nuevo
fondo, que apoya a los medios de comunicación vendiendo “bonos de prensa
libre.”
5. Dirigirse al público
como criaturas de poca edad
La mayoría de la publicidad dirigida al gran
público utiliza discurso, argumentos, personajes y entonación particularmente
infantiles, muchas veces próximos a la debilidad, como si el espectador fuese
una criatura de poca edad o un deficiente mental. Cuanto más se intente buscar
engañar al espectador, más se tiende a adoptar un tono infantilizante. ¿Por
qué?
“Si uno se dirige a una persona como si ella
tuviese la edad de 12 años o menos, entonces, en razón de la sugestionabilidad,
ella tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción también
desprovista de un sentido crítico como la de una persona de 12 años o menos de
edad”
– Cita del texto Armas silenciosas para guerras
tranquilas –.
6. Utilizar el aspecto
emocional mucho más que la reflexión
Hacer uso del aspecto emocional es una técnica
clásica para causar un corto circuito en el análisis racional y, finalmente, al
sentido critico de los individuos. Por otra parte, la utilización del registro
emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o
injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir
comportamientos…
7. Mantener al público
en la ignorancia y la mediocridad
Hacer que el público sea incapaz de comprender
las tecnologías y los métodos utilizados para su control y su esclavitud. “La
calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más
pobre y mediocre posible, de forma que la distancia de la ignorancia que planea
entre las clases inferiores y las clases sociales superiores sea y permanezca
imposibles de alcanzar para las clases inferiores (ver ‘Armas silenciosas para
guerras tranquilas)”.
8. Estimular al
público a ser complaciente con la mediocridad
Promover al público a creer que es moda el
hecho de ser estúpido, vulgar e inculto… Sin embargo, la gente nunca estuvo tan
informada y preparada. James Surowiecki nos explica el momento en que los
medios sociales se convierten en un jugador de igual importancia, en el mundo
que aglomera las noticias: El tsunami del 2005, cuando los videos de Youtube,
los blogs, los mensajes de texto y los mensajes multimedia dieron las noticias
— y preservaron las emotivas historias personales de la tragedia.
9. Reforzar la
autoculpabilidad
Hacer creer al individuo que es solamente él el
culpable por su propia desgracia, por causa de la insuficiencia de su
inteligencia, de sus capacidades, o de sus esfuerzos. Así, en lugar de
rebelarse contra el sistema económico, el individuo se autodesvalida y se
culpa, lo que genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición
de su acción. Y, sin acción, ¡no hay revolución!
10. Conocer a los
individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen
En el transcurso de los últimos 50 años, los
avances acelerados de la ciencia han generado una creciente brecha entre los
conocimientos del público y aquellos poseídos y utilizados por las elites
dominantes. Gracias a la biología, la neurobiología y la psicología aplicada,
el “sistema” ha disfrutado de un conocimiento avanzado del ser humano, tanto de
forma física como psicológicamente. El sistema ha conseguido conocer mejor al
individuo común de lo que él se conoce a sí mismo. Esto significa que, en la
mayoría de los casos, el sistema ejerce un control mayor y un gran poder sobre
los individuos, mayor que el de los individuos sobre sí mismos. Esto se hace a través de , por ejemplo, los filtros de contenido en internet, así como empresas que recogen y catalogan la
información de los usuarios de los buscadores y redes sociales.
LOS 11 PRINCIPIOS DE
LA PROPAGANDA NAZI CREADOS POR GOEBBELS:
Joseph Goebbels fue el padre de la propaganda
nazi, responsable del Ministerio de Educación Popular y Propaganda, creado por
Adolf Hitler a su llegada al poder en 1933, y arquitecto de su ascenso al poder.
Una vez en el Gobierno y con la vía libre para monopolizar el aparato mediático
estatal, Goebbels orquestó un sistema de consignas a partir de las cuales
mantendría el poder centralizado del cine, la radio, el teatro, la literatura,
la prensa. Claramente estos principios siguen vigentes, y se intentan hacer
pasar como estrategias legítimas, lo cual pone en duda la evolución de nuestro
nivel de conciencia individual y colectivo.
Juan Aguilar analiza cada uno de los principios
de Goebbels, y de qué manera Occidente los utiliza a día de hoy a todo nivel:
1.- Principio de
simplificación y del enemigo único. Adoptar una única idea, un único Símbolo;
Individualizar al adversario en un único enemigo.
"Efectivamente, en la sociedad occidental
podemos ver cómo se focaliza en un único enemigo: Rusia. Y frente a ese enemigo
'lo que nos define a nosotros, progreso, libertad democracia'. Al final, este
principio lo que viene a determinar es eso: 'no compliquemos los discursos':
palabras simples para definirnos a nosotros, y palabras sencillas para definir
a un único enemigo, no más, que eso complica mucho".
2.- Principio del
método de contagio.
Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo; Los adversarios
han de constituirse en suma individualizada.
"Esto es lo que estamos viendo también
todos los días en Europa. Hay muchos movimientos euroescépticos – unos son
nacionalistas, otros son de derechas, otros de izquierda o extrema izquierda,
otros son puramente escépticos o contestatarios, pero a todos se les agrupa
bajo una misma categoría: populistas. ¿Qué se consigue con esto en la
propaganda? Pues que también simplificas mucho el mensaje. No hay que dar más
explicaciones: se identifica a todos con el mismo nombre, luego se les hace a
todos igual, y por lo tanto se les combate a todos igual. Da igual las razones
que puedan tener el Movimiento 5 estrellas en Italia, o El Frente Nacional en
Francia, o Syriza en Grecia, no importa: populistas".
3.- Principio de la
transposición.
Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el
ataque con el ataque. “Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que
las distraigan”.
"Por ejemplo, yo estoy todo el día
acusando, a Rusia de injerencia, con sus hackers, con sus agencias de
información, con los bots, y demás. Y en medio de todo esto, ocultamos que es
una empresa británica, Cambridge Analytica, la que, en complicidad o no, con
Facebook y otras redes sociales, son las que han estado interfiriendo en
procesos electorales, no solamente en EEUU o en el Reino Unido, sino también en
otros muchísimos países".
4.- Principio de la
exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.
"Por ejemplo, y sin que esto menoscabe el
hecho de la gravedad de que dos personas han estado intoxicadas, el caso de los
Skripal. Al fin y al cabo, ha sido un intento de envenenamiento de dos
personas. Por muy grave que lo consideremos, estamos exagerando la importancia
dándole una magnitud que en valores absoluto no tiene. Todos los días ocurren
en el mundo muchísimas desgracias y mucho más graves. Podemos hablar de los
cientos de líderes sociales que están siendo asesinados en Colombia desde el
acuerdo de paz con las FARC, o del número ingente de periodistas asesinados en
México: de eso nadie habla".
5.- Principio de la
vulgarización.
“Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de
los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a
convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad
receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran
facilidad para olvidar”.
"A la gente no le des una explicación
compleja, tiene que ser algo muy sencillo, muy vulgar: 'la culpa es de Putin,
la culpa es de Kim Jong-un, la culpa es de Asad'. Tiene que ser algo directo,
que no haya que pensar, para que el ciudadano menos informado y con menos
capacidad de análisis sea capaz de repetirlo. Porque lo fundamental en la
propaganda es la repetición. Tiene que ser visualizable. Mientras que los
procesos reales que son mucho más complejos, para mucha gente son difíciles de
entender y mucho más difícil de explicar y de repetir".
6.- Principio de
orquestación. “La
propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas
incansablemente, presentadas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero
siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas”. De aquí
viene también la famosa frase: “Si una mentira se repite suficientemente, acaba
por convertirse en verdad”.
"Es un principio importantísimo porque
está en la base misma del contexto de propaganda. Es lo que se llama 'orquestar
una campaña', que viene de 'orquesta'. (…) Orquesta es un conjunto de músicos e
instrumentos que se compaginan para que suene una determinada melodía. En este caso,
la melodía es el relato propagandístico que se quiere hacer, y los músicos y
los instrumentos son los medios de comunicación, los medios de propaganda, con
sus distintos instrumentos. Esto lo hemos visto a lo largo de los últimos años
con el ejemplo ruso, en el cual siempre, sea el fenómeno o el acontecimiento en
el que estemos – Georgia, Ucrania, Crimea, Oriente Medio o América Latina –, al
final está la 'extraña mano' del Kremlin detrás. Se repite continuamente, y
cuando ya se lleva varios años repitiendo, para la gente actúa ya como el perro
de Pavlov, con reflejos condicionados. Se dice la palabra 'Rusia' y en la
cabeza salen las imágenes de la guerra de Siria, de los hackers, etc. Esto se
llama 'orquestar'".
7.- Principio de
renovación. Hay que
emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que
cuando el adversario responda el público esté ya interesado en otra cosa. Las
respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente
de acusaciones.
"Este es un principio que va unido al anterior.
Yo orquesto una campaña, pero me la pueden responder, con lo cual se la renueva
permanentemente con aspectos nuevos. Aquí podemos ver con el ejemplo de Rusia:
situación en Ucrania, reunificación de Crimea, conflicto en el Donbás. Cuando
ya se va a poder contestar, inmediatamente surgen armas químicas en Siria. Y
cuando se está contestando a esto, sale la injerencia de los bots, los hackers
y los medios de comunicación rusos. Antes de que se pueda desmentir todo eso y
tengan un efecto sobre la opinión pública, nuevamente armas químicas sobre
Siria, inmediatamente después, el envenenamiento a un exespía en el Reino
Unido. Y cuando ni siquiera se tienen todavía los datos reales de lo que ha
pasado, ni los informes finales de la OPAQ, tenemos otra vez un nuevo ataque
químico en Siria que provoca una intervención miliar, por muy ridícula que
fuera. Este encadenamiento permanente es el que va renovando el discurso.
¿Quién se acuerda ya de Donbás?", advierte Aguilar.
8.- Principio de la
verosimilitud.
Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados
globos sondas o de informaciones fragmentarias.
"El que organiza la campaña de propaganda tiene
que buscar darle un mínimo de credibilidad. Para ello se utilizan 'globos
sonda'. Lanzo una afirmación para intentar que algunos otros actores la recojan
y por lo tanto ya somos varios los que la decimos, lo que le da mayor
verosimilitud. O informaciones claramente manipuladas, o insuficientes,
fragmentarias, es decir, los que toman sólo aquel aspecto que les interesa
resaltar. Es iniciar un proceso circular en el cual legitimar lo que se está
diciendo en la propaganda. Ejemplo: en el tema de la injerencia rusa ha sido
muy comentado a nivel internacional, actores del tipo think-tank como el
Atlantic Council, que emite una serie de informes, el ejemplo en España es el
Instituto Elcano, que lo recoge, lo reproduce, etc, y sirven como 'cobertura
intelectual' a determinada prensa, por ejemplo, el diario El País para
justificar una serie de acusaciones a Rusia sobre el tema de la
injerencia".
9.- Principio de la
silenciación.
Acallar sobre las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular
las noticias que favorecen el adversario, también contraprogramando con la
ayuda de medios de comunicación afines.
"Los argumentos que no me interesan, los
callamos. Por ejemplo, si un informe de la OPAQ dice que en el famoso centro farmacéutico
bombardeado en Siria no había señales de gases químicos, eso haría que el
ataque (de EEUU, Reino Unido y Francia) producido el día 14 de abril, quedara
en evidencia, y sería una agresión sin fundamento, y por lo tanto, un ataque al
derecho internacional. ¿Qué se hace? Se oculta, no se dice".
10.- Principio de la
transfusión. Por
regla general la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente,
ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios
tradicionales; se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes
primitivas.
"Viene a decir que si la opinión pública
ha estado acostumbrada durante años y años a responder a un determinado
estímulo, si yo repito el estímulo, o induzco a reproducir el estímulo, va a
volver a comportarse de la misma forma. Es decir, si yo sigo acusando a Rusia y
digo, 'es que es como la URSS', se va a producir un fenómeno que es un reflejo
condicionado, y que gran parte de la opinión pública inmediatamente va a
asociar 'Rusia=Comunismo de la Unión Soviética'. Esa es la transfusión. El
conflicto actual no tiene nada que ver con ningún tema ideológico. De hecho, el
actual Gobierno de Moscú para nada es comunista".
11.- Principio de la
unanimidad. Llegar
a convencer a mucha gente que se piensa “como todo el mundo”, creando impresión
de unanimidad.
"Claro, es que no todo el mundo puede
estar equivocado. Si todo el mundo piensa una cosa, será porque esa es la
realidad. Si todos ven el mismo acontecimiento y lo interpretan de la misma
forma, es porque será así. Y entonces utilizan en la propaganda, toda una serie
de términos, que a todos les suena. Cuando se habla de la 'comunidad
internacional'. ¿Qué es eso de la 'comunidad internacional'? ¿Quién es la
'comunidad internacional'? ¿Dónde se define la 'comunidad internacional'? ¿Qué
es? ¿La Asamblea General de las Naciones Unidas? ¿Es el Consejo de Seguridad
(de la ONU)? ¿Es el 'chiringuito' que se montan en Davos o el G7? ¿Qué es la
'comunidad internacional'? Pero el oyente, el ciudadano que lo lee o lo escucha
o lo ve por televisión, eso de la 'comunidad internacional' es, primeramente,
como otra expresión propia de la propaganda: 'el mundo'. 'El mundo no puede
seguir soportando los crímenes de Asad'; 'el mundo no puede permitir que Corea
del Norte tenga la bomba atómica'. Es decir, ¿'el mundo' se ha pronunciado?
ironiza Aguilar. "¡No! ¡¿Cómo se va a pronunciar el mundo?! Esto realmente
es insultar la inteligencia de la gente. Es que los mecanismos de la propaganda
no van dirigidos a la inteligencia, sino a producir determinadas reacciones
ante las palabras", concluye Juan Aguilar.
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