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sábado, 18 de abril de 2020



LOS PELIGROS OCULTOS DE LA RADIACIÓN INALÁMBRICA Y DE LA TELEFONÍA CELULAR

(parte 1 de 4)

Entrevista a Arthur Firstenberg, emitida por WGDR, Goddard College Comunity Radio, Plainfield, USA.  Abril 6 / 2018.
https://www.youtube.com/watch?time_continue=1&v=rh0dphQZxJ0&feature=emb_logo


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Entrevistador: Su preocupación es de una naturaleza que no es bien reconocida en nuestra nación.

AF: Todavía no.  No ha sido reconocida en muchos lugares del mundo. 
Pero en algunos países, ha sido muy bien estudiado. En Rusia, en Ukrania y en los países de la antigua Unión Soviética, si, ha sido bien estudiado, pero desafortunadamente con la caída del muro de hierro, las compañías occidentales de telecomunicaciones invadieron esa parte de mundo y, ahora, todos son adictos al celular. Aunque en los libros, oficialmente, ellos tienen grandes medidas de protección, límites más rigurosos, en la práctica, no es diferente a lo que ocurre aquí (USA) y la gente no lo sabe. Todavía enseñan sobre los efectos biológicos de la radiación eléctrica en las escuelas de medicina, al menos en Rusia.

Empecemos hablando sobre la naturaleza eléctrica de la vida y cómo el cerebro, el corazón y nuestro sistema nervioso son esencialmente sistemas eléctricos.

Si, lo son. Y estamos muy esquizofrénicos sobre esto en la ciencia, en la medicina. Yo fui a la escuela de medicina por tres años e increíblemente, usamos mucha electricidad en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades: electrocardiogramas, electroencefalogramas, electromiogramas, rayos X, resonancias magnéticas; la usamos para resucitar el corazón; aparatos con campos de pulsos electromagnéticos, para tratar desórdenes nuerológicos, desórdenes mentales, pero estamos en negación sobre el hecho de que nuestras células son eléctricas, que nuestro sistema nervioso opera eéctricamente; tendemos concentrarnos en el potencial de acción como una señal que acompaña el movimiento de los químicos: el transporte del sodio a las células, el transporte de potasio fuera de las células, y olvidamos que la señal esencial que (lo) inicia es eléctrica. Y de hecho, si leemos el libro del dr. Becker (El cuerpo eléctrico: electromagnetismo y las bases de la vida), él descubrió que las células que usualmente eran consideradas como material de empaque, a saber, las células Swann, las perineurales, que rodean la célula, realmente llevan corriente eléctrica, y nuestro corazón funciona eléctricamente y así es como funcionan los electrocardiogramas: si detienes los caminos conductivos, tu corazón se para.

Desde la llegada de los celulares, particularmente, nuestro cerebro está siendo modelado asombrosamente como un computador digital complejo. Y, de hecho, esto probablemente no es del todo cierto. El trabajo de Becker muestra que hay otro aspecto de nuestro cerebro, nuestro cuerpo, nuestro organismo, que es análogo y transporta corriente eléctrica real, no sólo pulsos de información. Y esto es consistente con lo que se sabe desde hace 5000 años en China.  La acupuntura es un modelo eléctrico real del cuerpo humano que fue descubierto hace mucho tiempo atrás.

Ellos estudiaron concienzudamente la forma en que la electricidad circula a través del cuerpo y la forma en que nuestros órganos y sistemas funcionan en relación con los flujos de energía, y los bloqueos de energía, y cómo trabajar con esto.

Y no sólo los flujos dentro de nuestro cuerpo sino también los flujos que circulan desde y hacia el cuerpo. La Medicina Tradicional China tiene el concepto de los “Dantien”, y los “chakras” en la medicina india.  En acupuntura, el punto del riñón, R1, ubicado en la planta del pie se llama “manantial burbujeante – bubling spring”, porque tal como ha sido estudiado por mucha gente en China, la energía o electricidad burbujea de la tierra a los pies. Y el punto en la cima de la cabeza, donde burbujea hacia abajo, desde el cielo, es un circuito continuo entre el cielo y la tierra a través de nuestro cuerpo, por los meridianos de acupuntura (crea una burbuja / toroide).

Los chinos hablan del cielo y la tierra. La tierra es eléctrica y la atmósfera es eléctrica también: hay una relación dinámica entre los dos.  Vivimos en lo que para los físicos atmosféricos es un “circuito eléctrico global”.  La atmósfera superior y la ionosfera están cargadas de iones, electrones, protones.  La electricidad viaja con facilidad a través de la ionosfera.  Todo el mundo sabe que los rayos son un fenómeno eléctrico. Lo que la gente no sabe muy bien es que la Tierra es también un buen conductor de electricidad. Nuestros aparatos eléctricos usan esta ventaja porque mucha de la corriente que regresa de casa a la planta de energía viaja a través de la tierra.  Por esto es que las casas y los aparatos tienen un polo a tierra. Y parte del circuito que sobra se cierra por medio de los iones atmosféricos a la deriva entre el cielo y la tierra. Circulan a través de nuestro cuerpo y este es el circuito eléctrico en el que vivimos, respiramos, trabajamos: un campo eléctrico bajo (130 V/m).  Esto es lo que viaja del cielo a la tierra, vía iones atmosféricos, a través de la parte superior de la cabeza, los meridianos del cuerpo, hacia la tierra.

Toda forma de vida existe de una manera similar: animales, insectos, plantas.  Todo depende de la electricidad y todo es afectado por lo que esté en la atmósfera y sea eléctrico.  Sobre esto estamos en negación desde hace mucho tiempo. El resultado es que estamos enviando electricidad al aire sin pensare en lo que nos hace a nosotros y al ambiente.  Hablo específicamente sobre la tecnología Wireless (sin cables) y similares.


Entrevistador: En el libro “El arcoiris invisible: una historia de la electricidad y a la vida” ud. Comparte investigaciones documentadas que demuestran los efectos reales de las distintas formas de tecnología eléctrica en nuestra salud física. Antes de entrar en ese tema, expliquemos primero la diferencia entre las diferentes tecnologías, cómo se relacionan en el espectro de frecuencias electromagnéticas.  Exploremos algo de la historia relacionada con esto.

AF: ¿Quiere decir históricamente o lo que existe ahora? Mi libro empieza en 1700.


Entrevistador: Exploremos algo de la historia.

La electricidad, primero fue pensada como una propiedad de la vida, por Isaac Newton y fue usada en medicina por casi dos siglos, antes de ser usada de forma intensiva para iluminar nuestras casas y hace funcionar nuestras máquinas.  Fue usada como una panacea, para tratar muchas enfermedades: sordera, ceguera, parálisis, artritis. Lo que fuera, la gente trató de curarlo con electricidad. Eso fue llamado electroterapia y fue exitoso en muchos casos.  En el año 1800, un físico italiano llamado Allessandro Volta inventó la batería eléctrica e hizo un pronunciamiento importante: que la electricidad no tenía nada qué ver con la biología. Hubo un debate acalorado entre él y su compatriota Galvani sobre quién tenía la razón: la electricidad era un aspecto de la vida sobre el que habíamos encontrado la manera de usar, o era irrelevante y ajena a la vida.  Y el punto de vista de que la electricidad es ajena (no relacionada con) a la vida, ganó. Y empezamos a usar electricidad para cosas como iluminación, telegrafía.  Al principio, todo lo que teníamos era corriente directa de máquinas de fricción produciendo electricidad estática y luego, fue inventada la batería eléctrica, que era aún corriente directa (fluyendo en una sola dirección del polo positivo al negativo).

Luego, la corriente alterna fue descubierta (electrones oscilando hacia atrás y hacia adelante, en un cable, muchas veces por segundo), que es lo que tenemos hoy en nuestras casas: En USA y Canadá, 60 veces por segundo, lo que se llama electricidad de 60 Hz o 60 ciclos (por segundo). En Europa es electricidad de 50 ciclos. Luego se puede hacer oscilar mucho más rápido.

El otro aspecto es que cada vez que la dirección cambia, se crea un campo electromagnético.  Cada vez que tienes electricidad pasando por un cable, incluso electricidad directa, obtienes un campo electromagnético alrededor del cable. Decrece con la distancia, pero va hacia el espacio, por siempre. Un campo electromagnético cambiante produce una ola de cambios que también viajan hacia el espacio y ese cambio viajante en el campo electromagnético es llamado “radiación electromagnética”.  Básicamente es una señal diciendo a cada cable, cada electrón en el espacio “muévete en esta dirección”.  Cuando la radiación golpea un cable en algún lugar, induce corriente eléctrica en ese cable.  Si golpea tu cuerpo, induce corriente eléctrica en los cables de tu cuerpo: nervios, venas, arterias, meridianos energéticos.

El problema es que la corriente alterna no existe en la naturaleza.  Hasta cierto punto, existe: cuando cae un rayo, se produce una vibración de baja frecuencia.  Excepto por las bajas frecuencias de los rayos, todo lo que vivimos es corriente directa. El campo magnético de la tierra es Corriente directa.  Hemos introducido la corriente alterna que es mucho más poderosa que cualquier campo natural con el que hemos evolucionado. Y hemos incrementado la frecuencia más allá de lo natural.  Cuando somos golpeados por ondas de radio de las radio estaciones y las pequeñas ondas de radio de alta frecuencia de los celulares y las torres de telefonía celular, también esto induce corriente eléctrica en todos los “cables” del cuerpo, corriente con la  que no hemos evolucionado y que interfiere con las corrientes eléctricas naturales de nuestro cuerpo, que no está acostumbrado a esos tipos de frecuencia, ni a esos niveles de potencia; y nuestro cuerpo es el equivalente de una máquina electrónica compleja que está siendo interferida.

Entrevistador: Los ingenieros en electricidad entienden cómo muchos equipos electrónicos sensibles pueden ser interrumpidos y destruidos por interferencias de frecuencias de radio.

AF: Hacen lo necesario para que la radiación que flota alrededor no cree interferencias entre diferentes aparatos.  Pero olvidan que los seres humanos también somos máquinas eléctricas muy delicadas y también deberíamos cuidarnos para que todo lo que “flota por ahí” no interfiera con nosotros.

Toda esa radiación produce una “sopa” allí afuera, que se podría llamar “electricidad sucia”.  Podemos ver este concepto en el cableado, y se puede detectar con un radio de AM: si tienes un radio análogo y lo sintonizas al inicio del dial, donde no hay ninguna estación; luego lo enciendes, y si no hay electricidad sucia alrededor, oirás un suave silbido, pero si lo acercas a una pared donde haya un cable de teléfono, o cerca de un switch de electricidad o un toma eléctrico, en la mayoría de casas, la radio produciría zumbidos, "gritaría", y produciría toda clase de ruidos molestos. Todos nuestros aparatos están conectados en nuestras paredes y producen corrientes de alta frecuencia, que nos irradian y nos enferman. El dr. Samuel Milham (Md, MPh) escribió el libro “Electricidad sucia: electrificación y las enfermedades de la civilización”, en 2001.


Arthur Firstenberg.  Aclamado como el Rachel Carson del siglo XXI.  Después de graduarse de Cornell University, con un título de Matemáticas, asisitó a la Escuela de Medicina Irvine, en la Universidad de California.  Una sobredosis de rayos X cortó su carrera en la medicina.  Durante los últimos 35 años, ha sido investigador, consultor y conferenciante sobre la salud y los efectos ambientales de la radiación electromagnética.




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