LOS PELIGROS OCULTOS
DE LA RADIACIÓN INALÁMBRICA Y DE LA TELEFONÍA CELULAR
Entrevista a Arthur Firstenberg, emitida por WGDR, Goddard College Comunity Radio, Plainfield, USA. Abril 6 / 2018.
https://www.youtube.com/watch?v=yqxQZZM1K7I&t=1s
Llamamiento internacional para detener la implantación de la red 5G en la Tierra y en el espacio
Entrevistador: ¿Existe algo tal como
“electricidad limpia”, que no sea dañina?
AF: Hasta cierto punto, toda electricidad creada
por el ser humana es dañina y ha sido así desde que empezamos a usar la
electricidad. Hasta cierto punto, puede hacerse una limpieza. Hay soluciones de ingeniería. El campo electromagnético alrededor de un
cable es no intencional, y lo puedes proteger, los puedes enterrar, los puedes
configurar para minimizar el campo electromagnético. Tan pronto como pones electricidad alterna a
correr a través, el problema de protección se hace más difícil pero no
imposible.
La diferencia entre todo eso y la tecnología
inalámbrica es que de repente estamos emitiendo una señal deliberadamente sobre
cada pulgada cuadrada en la tierra. Eso es peligroso y no puede ser
arreglado.
Si usamos la analogía del fuego, si lo
contienes en una chimenea, es muy útil, pero si se sale de ahí puede ser muy
destructivo.
Usamos la analogía del horno microondas:
mientras el horno esté protegido y la puerta cerrada, es útil; puedes poner
comida en él y la cocinará. No quieres
tener la puerta abierta mientras cocinas tu comida porque te cocinará a
ti. UN TEÉFONO CELULAR ES COMO UN HORNO
MICROONDAS CON LA PUERTA ABIERTA. Es una fuente de radiación microondas que
pones cerca a tu cabeza.
Entremos en los efectos y hablemos de las
conexiones históricas entre el lanzamiento de cada nuevo nivel de tecnología
eléctrica y las enfermedades que irrumpieron al mismo tiempo.
La primera tecnología que fue aprovechada para
usos más allá de la medicina fue la TELEGRAFÍA – CABLES TELEGRÁFICOS-. Y fue
aprovechada muy rápidamente. Millones de millas de cables telegráficos
ensartados alrededor del mundo, empezaron por 1840, 50, 60, 70. Se tendieron cables submarinos. Fue a nivel mundial. Y una nueva enfermedad
se empezó a reportar en la literatura médica, a la que llamaron
NEURASTENIA. Ahora la llamamos DESORDEN
DE ANSIEDAD. Pero desde el momento en
que fue descrita, (1860’s) hasta el siglo XX, fue considerada una enfermedad
física, no una enfermedad mental.
Buscaron mucho la causa, afectó a una enorme cantidad de gente en
occidente, y parece que siguió el curso de los cables telegráficos. Donde tendieran los cables, la gente
repentinamente empezaba a sufrir neurastenia.
Yo afirmo que esto es debido a la exposición a campos electromagnéticos.
En 1889, la corriente alterna fue aprovechada.
Fue inventada por Nikola Tesla. Sus patentes fueron adoptadas por Westinghouse
y, de repente, podíamos transmitir a larga distancia con poca pérdida de
potencia. Fue aprovechado tan
rápidamente que fuimos de uso cero a uso intenso de la corriente alterna en un
año: 1889, el año de la primera gran epidemia de influenza; fue mundial, duró
cuatro años y mató a un par de millones de personas.
No tan intensa como la epidemia de 1918, cuando
Los Estados Unidos entraron a la Primera Guerra Mundial. Marconi había mostrado al mundo que se podían
usar las ondas de radio y había hecho la primera transmisión hacía 20 años,
pero cuando USA entró a la PGM, se hizo uso intensivo de la tecnología de
radio, por primera vez, como parte de los esfuerzos de la guerra. Y luego de la
guerra, empieza el desarrollo de la radio comercial. En el libro muestro el caso de la influenza
española, que sería causada por el cambio del ambiente electromagnético de la
Tierra, por el uso de las ondas de radio por primera vez.
Entrevistador: ¿Qué tan cerca en el
tiempo está la epidemia de la influenza española y la implementación de la
tecnología de radio?
AF: Extremadamente cerca. La influenza española comenzó en bases
norteamericanas en USA, donde soldados fueron entrenados para usar ondas de
radio y la instalación del alternador más poderoso, de 50 mil Watts, en New
Jersey, por los Estados Unidos, para el uso en comunicaciones de ultramar, se
dio en septiembre de 1918 que fue exactamente cunado la influenza española se
hizo tan mortal.
1957-58: fue la instalación de poderosas
estacones de radar para la defensa civil, por USA, de costa a costa, a través
de Canadá, Alaska, el océano, y en aviones; y coincide también con la próxima
epidemia de influenza.
En 1968, fue el primer lanzamiento de satélites
militares (Sputnik, algunos satélites aislados), de un solo golpe, doblamos la
cantidad de satélites en el cielo, y eso coincidió con la influenza de Hong
Kong de 1968.
La gente se resistirá a la idea de que la influenza
no es una enfermedad infecciosa, pero le dedico dos capítulos en mi libro a
esto. Incluso en la epidemia más mortal ocurrida en a historia, la influenza
española de 1918, hubo esfuerzos grandes por tratar de demostrar la naturaleza
infecciosa de esta enfermedad: los doctores en varias universidades reclutaron
cientos de personas sanas y los llevaron a las cabeceras de los pacientes de
influenza más graves y trataron de infectarlos, con secreciones, moco, muestras
de frotados de garganta de gente enferma que hicieron tragar a personas sanas,
lo pusieron en sus ojos, en sus narices, les inyectaron sangre de gente
infectada. Fueron totalmente incapaces
de infectar a una sola persona sana.
Trataron de hacer lo mismo con caballos. La influenza afecta a estos
animales, así que intentaron infectar caballos sanos con secreciones de
caballos enfermos: también fallaron. La
existencia del virus de la influenza está bien establecida, pero la relación
entre el virus y la enfermedad está realmente en cuestión, y la relación entre
influenza y electricidad es muy fuerte.
Esto nos trae hasta la actualidad: la
revolución inalámbrica, que es el ímpetu para escribir mi libro, porque yo soy
el presidente de la Fuerza de Tarea sobe telefonía celular (Cellular Phone Task
Force), formada en 1996, cuando la telefonía digital celular llegó a los
Estados Unidos. Mi ímpetu para empezar
fue mi propia lesión por energía electromagnética, cuando estaba en la escuela
de medicina, que fue lo que me impidió terminar mi cuarto año. Ya estaba estudiando esto en 1980, vivía en
Nueva York, y había formado un grupo de apoyo con otras personas con lesiones
causadas por electricidad o químicos. Cuando vimos que la revolución
inalámbrica estaba llegando, sentimos que teníamos que hacer algo. Así que
inicié esta organización.
Me di cuenta rápidamente que:
1. La
gente no quería saber nada de esto,
2. Los
políticos no querían saber nada,
3. Los
jueces no querían saber nada,
4. La
FCC ( Comisión federal de comunicaciones – Federal Communicatons Commission) no
quería saber nada.
En otras palabras, acciones políticas en este
tema en particular no nos llevarían lejos, por si mismas. Rápidamente comprendí
que la gente necesita ser educada.
Entrevistador: Ud. Escribió que el
Congreso pasó una ley en 1996 que hacía ilegal regular la tecnología
inalámbrica, sobre la base de la salud…
AF: Eso es asombroso y es correcto. El Acta de
Telecomunicaciones de 1996, dice que los estados y ciudades no pueden regular
la tecnología inalámbrica, sobre la base de la salud. Tiene que ser permitido
por la FCC, y si ellos lo permiten debe ser permitido por tu ciudad y tu
estado.
Entrevistador: ¿Por qué el congreso
haría eso? ¿por qué los políticos asumirían semejante noción tan ridícula?
AF: Realmente, por poco, no fue así. Esto fue
debido a las maquinaciones de la industria e las telecomunicaciones. En 1995, a Agencia para la Protección
Ambiental redactó sus propias regulaciones, que serían obligatorias en todo USA
y no habría evitado que alguien regulara esto.
Luego lo emitieron. Fue la Asociación Industrial de Telecomunicaciones
Personales quien hizo lobbie para prohibir a la Agencia de Protección Ambiental
el regular la tecnología inalámbrica, tomó todos sus fondos de la actividad
regulatoria y otorgó la autoridad exclusiva sobre la salud a la Comisión
Federal de Comunicaciones, que no tiene pericia en salud y seguridad.
El Acta de Telecomunicaciones de 1996,
originalmente no tenía esa disposición, pero llegó al House Commerce Committe,
en julio de 1995, y cuando salió del comité tenía esta pequeña frase adentro:
“ningún estado o gobierno local, o instrumento de los mismos, puede regular los
efectos ambientales de la radiación de las frecuencias de radio, en el sentido
de que éstas cumplen con la regulación de la Comisión de Comunicaciones”. Ni siquiera dice “salud”, dice “efectos
ambientales”. Asi que dudo seriamente
que ninguno de los congresistas que votaron este proyecto sabía que estaban
prohibiendo a los estados y ciudades la protección de la salud de sus
ciudadanos. Pero pasó, el presidente Clinton
lo firmó y ha sido la piedra en el zapato para gente de todo el país, desde
1996, no sólo para evitar la aparición por todas partes de torres de telefonía
celular sino también incluso para ir a sus concejos y hablar sobre salud,
porque si lo haces, la próxima frase del Acta de Telecomunicaciones dice “la
Compañía de telecomunicaciones puede demandar a la ciudad”.
Así que todos han sido silenciados. Los
científicos han sido silenciados. Hay
cientos de estudios que dicen que esto es dañino. Incluso si eres científico, no puedes hablar
de esto.
Entrevistador: ¿Hay esperanza de que
la legislación cambie?
AF: Creo que no, hasta que la población sea
educada. Los jueces no se
involucrarán. Todos están en sus
teléfonos celulares. Todos son adictos a la tecnología. Esta es una industria multi-trillonaria. Probablemente sea la industria más rica del
mundo. Ningún juez irá en contra de esta
industria ningún legislador hará frente a esta industria, hasta que el público
esté de su lado. Todo tiene que suceder
junto.
Entrevistador: Entonces, el público
tiene que demandarlo.
AF: Correcto. No sólo tiene que demandarlo. El público tiene que darse cuenta de lo que
se están haciendo a si mismos. Tengo un
capítulo sobre el cáncer, un capítulo sobre la diabetes, un capítulo sobre
enfermedad cardíaca. El público tiene
que despertar al hecho de que la mayoría de estas enfermedades en el mundo
están siendo causadas por la tecnología inalámbrica y específicamente por la
telefonía celular.
Arthur Firstenberg. Aclamado como el Rachel Carson del siglo XXI. Después de graduarse de Cornell University, con un título de Matemáticas, asisitó a la Escuela de Medicina Irvine, en la Universidad de California. Una sobredosis de rayos X cortó su carrera en la medicina. Durante los últimos 35 años, ha sido investigador, consultor y conferenciante sobre la salud y los efectos ambientales de la radiación electromagnética.
EL CORAZÓN NO ES UNA BOMBA
LOS PELIGROS OCULTOS DE LA RADIACIÓNINALÁMBRICA Y DE LA TELEFONÍA CELULAR (parte 1 de 4)
LOS PELIGROS OCULTOS DE LA RADIACIÓN INALÁMBRICA Y DE LA TELEFONÍA CELULAR (parte 3 de 4)
LOS PELIGROS OCULTOS DE LA RADIACIÓN INALÁMBRICA Y DE LA TELEFONÍA CELULAR (parte 4 de 4)
Arthur Firstenberg. Aclamado como el Rachel Carson del siglo XXI. Después de graduarse de Cornell University, con un título de Matemáticas, asisitó a la Escuela de Medicina Irvine, en la Universidad de California. Una sobredosis de rayos X cortó su carrera en la medicina. Durante los últimos 35 años, ha sido investigador, consultor y conferenciante sobre la salud y los efectos ambientales de la radiación electromagnética.
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