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jueves, 4 de junio de 2020


UNA CARTA AL FUTURO



Por James Corbett. INFORME CORBETT
abril 11 / 2020, 9:50:23 a.m.



"Las lámparas se están apagando en toda Europa, no las veremos encendidas de nuevo en nuestra vida".

                                                     —Edward Gray, conspirador WWI



No escribo estas palabras para mis contemporáneos. Somos los condenados. Ahora nos corresponde observar cómo se extingue la lámpara de la libertad, nuestra responsabilidad de dar testimonio del parpadeo final de la llama de la libertad.

No, no escribo estas palabras para mis compañeros; Las escribo para los que están por venir. Los habitantes de esa futura distopia cuyos dolores de parto estamos experimentando. El remanente de la -una vez libre, humanidad que podría, a través de algún milagro que ni siquiera puedo imaginar, encontrar este mensaje electrónico en una botella.

Sé que es casi inútil. Que las posibilidades de que estas palabras sobrevivan a la próxima purga de Internet son escasas en el mejor de los casos. Incluso si, contra viento y marea, este mensaje aparece en tus costas digitales, la posibilidad de que entiendas estas palabras es aún menor. No porque no entiendas el idioma, sino porque ya no usas estas palabras que estoy escribiendo: Libertad. Humanidad. Individuo.

Aún así, estoy aquí para grabar el final de una era. Así que seguiré con la esperanza de que alguien, en algún lugar de la futura Era Oscura Digital, tenga ojos para ver y oídos para escuchar.

La oscuridad está descendiendo.

Que no haya ningún error: todos lo sabemos.

Sabemos lo que significa cuando 17 millones de estadounidenses -un 10% de la fuerza laboral, se suman a las listas de desempleo en solo tres semanas. Cuando se les unen millones más de ex trabajadores desempleados en todo el mundo. Cuando las filas (de gente) modernas se extienden por millas en el corazón de las ciudades que alguna vez fueron orgullosamente americanas. Cuando la deuda fiduciaria del dinero sin valor aumenta más de $ 24 billones y la sovietización de la economía por parte de la Reserva Federal está completa.

Sabemos lo que significa cuando la policía comienza a disparar a las personas por no usar una máscara. Cuando hay drones de la policía de la cuarentena en el cielo y robots policía obligan al confinamiento desde el suelo. Cuando los gobiernos admiten rastrear cada movimiento de cada ciudadano y dan inicio a puntos de control internos donde los pasaportes de inmunidad digital determinan quién puede pasar y quién debe permanecer en su hogar.

Sabemos lo que significa cuando los multimillonarios comienzan a decirnos que solo sus nuevas vacunas experimentales de mARN podrán liberarnos de esta pesadilla. Cuando amenazan con marcarnos con tatuajes de tinta invisible para identificar a los vacunados. Cuando nos dicen que no podremos comprar, vender o participar en la economía hasta que podamos demostrar nuestra "inmunidad".

Significa que ha llegado el Orden Mundial de la Corona.

Oh, claro, algunos todavía lo niegan. Pero solo se están engañando a sí mismos. Tienen miedo de admitir que es verdad. Muchos todavía están bajo el viejo condicionamiento que les decía que criticaran al "teórico de la conspiración" o a cualquiera que cuestionara a la autoridad.

Tenemos un nombre para ese tipo de persona: "oveja". O, a veces, "borrego". Las masas en nuestros días son mantenidas en el corral por los perros pastores con botas del estado policial y conducidas por los títeres políticos que actúan como sus pastores. De vez en cuando, un sabio veterano en el rebaño comprende de qué se trata el juego, pero el pastor ya ha persuadido al rebaño antes, por lo que se resigna a su destino. ¿Por qué luchar? Duele menos.

Nunca sospechó la oveja que algún día los pastores los llevarían a la masacre.

Es un término de burla, por supuesto. "Borregos." Pero me gusta pensar que no solo habla de nuestra estupidez. Habla de una ingenuidad, una inocencia. Somos criaturas gentiles, que confían por naturaleza. Pacíficas. Cooperativas. Eso no es algo que haya que rechazar. Si no fuera por los depredadores en nuestro medio, nuestras fallas podrían incluso contarse como virtudes.

Pero no estoy aquí para decir eso. Estoy aquí para decir esto: ¡Resiste! ¡Oponte! ¡Lucha!

Tú no eres un engranaje en una máquina, a pesar de lo que los pastores ahora puedan decirte. Eres un ser humano libre y hermoso. No has nacido bajo la autoridad de otro. Tú eliges cómo vives tu vida, no un burócrata, un robot policial, un algoritmo del "punto de control de inmunidad" o un código QR.

No necesitas permiso para comprar, vender, ensamblar, decir lo que piensas o salir de tu casa. No   eres un "portador asintomático" de cualquier virus al que tus líderes te dicen que debes temer. No tienes que refugiarte en un lugar porque alguien con una bata blanca de laboratorio te lo ha dicho.

Quiero que comprendas que, hubo un tiempo en el que el gobierno no tenía derecho a saber dónde estabas, con quién te reunías, qué estabas comprando y qué estabas haciendo 24/7. ¡Qué desgracia! El gobierno ni siquiera tenía la capacidad de hacer eso.

Necesito que sepas que hubo un tiempo en que podías salir de tu casa cuando querías. Viajar donde quisieras. Comprar y vender como mejor te pareciera. Conocer a tus vecinos. Reunirte. Protestar. Ir de fiesta.

¡Vivir. Como los seres humanos libres están destinados a vivir!

¡Oh! ¿qué estoy diciendo? ¡Estas palabras! ¡Este lenguaje! Ya no tiene sentido para ti, ¿verdad? Estos conceptos no existen en su tiempo, ¿verdad?

Vas a donde te dicen que vayas. Te quedas en casa cuando te dicen que te quedes en casa. Te callas cuando te dicen que te calles. Piensas lo que se te dice que pienses. No piensas lo que te dicen que no pienses.

No puedo culparte, después de todo. Eres confiado, ingenuo y pacífico. Como una oveja.

Pero, oh, cómo me duele aquello en lo que te has convertido. Traté de evitarlo. Por favor créeme. Realmente lo intenté.

Pero la lámpara de la libertad se está extinguiendo. Y estoy dando testimonio.

No sé si todavía estudian historia, pero el secretario de Asuntos Exteriores del Reino Unido, Sir Edward Gray, hizo su observación acerca de las lámparas que "se apagan en toda Europa" al final de los llamados "Doce días". De acuerdo con los libros oficiales de nuestra época, el período durante el verano de 1914 fue el período en el que el gobierno británico estaba tratando de evitar una guerra mundial. Se nos pide que creamos que este comentario profético demostraba que Gray era un sabio diplomático, devastado por el dolor y el sufrimiento que estaba a punto de desatarse en el mundo.

La historia de doce días, del 24 de julio al 4 de agosto de 1914: relato de las negociaciones que precedieron al estallido de la primera guerra mundial. Basado en las publicaciones oficiales / por J.W. Headlam

Pero esta es la “historia de los ganadores” del peor tipo. En verdad, Gray fue uno de los conspiradores que estaba trabajando activamente para provocar la Primera Guerra Mundial. Además, la fuente de esta cita es, de hecho, gris (Gray); se registró por primera vez en las memorias de posguerra de Grey. Las lágrimas derramadas por Gray sobre la extinción de esas lámparas eran lágrimas de cocodrilo, sin duda.

Uno puede imaginar que se nos dirá algunos años después que Bill Gates hizo un comentario igualmente portentoso al comienzo de esta crisis-corona. Mirando por la ventana de su mansión "Xanadu 2.0" de 66,000 pies cuadrados y $ 147.5 millones de dólares, en el estado de Washington -el entonces epicentro del brote. Las memorias posteriores al coronavirus de Gates sin duda nos dirán que comentó a un subordinado que " Las luces se están apagando en todo el mundo, no las veremos encendidas de nuevo en nuestra vida ".

Pero sus memorias, sin duda, no nos informarán que estaba sonriendo mientras lo decía.

Para mis hijos, o los hijos de mis hijos, o cualquier remanente de la humanidad que alguna vez fue libre, desentraña estas palabras en ese futuro abandonado por Dios hacia el que estamos marchando: lo siento. Te fallé. Todos te fallamos.

Pero recuerda esto: mientras la sangre de tus antepasados fluya por tus venas, la lámpara de la libertad humana no se extinguirá para siempre.

Deja que brille, querida oveja. Déjala brillar!






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