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domingo, 24 de noviembre de 2019


 LA RAZÓN
(Nivel de calibración 400)

“TRASCENDIENDO LOS NIVELES DE CONCIENCIA. LA ESCALERA HACIA LA ILUMINACIÓN”




  
La inteligencia y la racionalidad se ponen al frente cuando la emotividad de los niveles inferiores es trascendida. La razón es capaz de manejar grandes cantidades de datos complejos y tomar decisiones rápidas, correctas, entendiendo las complejidades de las relaciones, gradaciones y distinciones sutiles; y la experta manipulación de símbolos como conceptos abstractos, incrementa su importancia. Este es el nivel de la ciencia, la medicina, y en general un aumento de la capacidad de racionalidad, conceptualización, y comprensión. Así, el conocimiento y la educación son muy apreciados. La comprensión de la información y la lógica son las principales herramientas de los logros que son la marca del nivel 400.

Este es el nivel de los ganadores del Premio Nobel, los grandes estadistas, la Corte Suprema de Justicia, Einstein, Freud, y muchas otras figuras importantes en la historia del pensamiento, representados en Los Grandes Libros del Mundo Occidental.  El inconveniente de este nivel es la incapacidad de distinguir claramente la diferencia entre los símbolos (es decir, res cogitans) y lo que representan (res externa), y la confusión entre los mundos objetivos y subjetivos que limitan la comprensión de la causalidad. Estar en este nivel, es dejar de ver el bosque y ver sólo los árboles, y enamorarse de conceptos y teorías, para terminar perdiendo el punto esencial. 



CALIBRACIONES DE LOS GRANDES AUTORES DEL MUNDO OCCIDENTAL
Esquilo 425 / Faraday 415  / Marx 130  / Apolonio 420  / Fielding  440  /  Melville 460 /  T. de Aquino  460 / Fourier 405  /  Mill, J. S. 465  /  Freud  499  /  Milton 470 / Arquímedes 455 /  Galeno 450  / Montaigne  440  / Aristófanes 445 /Galileo 485 / Montesquieu  435  Aristóteles 498  /  Gibbon 445  /  Newton 499  / Agustín 503  / Gilbert  450  Nicomeno  435  /  Marco Aurelio  445  /  Goethe 465  /  Pascal 465  /   Harvey 470  /   Platon  485  /  Bacon, Francis 485  /  Hegel  470  /  Plotinio  503  /    Heródoto 440 /   Plutarco  460  /  Berkeley 470  Hipócrates 485  /  Tolomeo  435  /  Boswell  460  /   Hobbes  435  /   Rabelais 435 /  Cervantes 430  /  Homero 455  /    Rousseau 465  /  Chaucer 480  /  Hume  445  /  Shakespeare  465  / Copérnico 455  Huygens  465  /  Adam Smith 455  / Dante  505  /  James, William 490  / Sófocles 465  /  Darwin 450  /  Spinoza  480  / Descartes 490  /  Kant  460   /   Sterne 430  /  Dostoevsky 465  /  Kepler 470  / Swift 445  /  Engels  200  /  Lavoisier 425  /  Tácito  420  /  Epíteto  430  /  Locke  470 /  Tucídides  420  /  Euclides 440  / Lucrecio  420 / Tolstoy  420 / Eurípides 470 / Maquiavelo 440  /  Virgilio  445

La intelectualización puede convertirse en un fin en sí mismo (por ejemplo, el “relativismo” y su impacto negativo en lo académico). La razón es limitada, al no ofrecer la capacidad para discernir la esencia o “punto crítico” de un tema complejo.   La razón es disciplinada por la dialéctica de la lógica, en la medida en que es necesaria para discernir la verdad lineal de los hechos confirmables. Produce grandes cantidades de información y documentación, pero carece de la capacidad para resolver las discrepancias entre los datos y las conclusiones. Todos los argumentos filosóficos suenan convincentes en si mismos. Aunque la Razón es muy eficaz en un mundo técnico donde las metodologías de la lógica dominan, la Razón en si misma, paradójicamente, es el principal bloqueo para alcanzar niveles superiores de conciencia porque atrae la identificación del yo como mente. Trascender este nivel es relativamente poco común en nuestra sociedad (sólo el cuatro por ciento lo hace), ya que requiere un cambio de paradigma de lo descriptivo a lo subjetivo y experimentado. Ese cambio de paradigma es un requisito para la comprensión de niveles más elevados de la conciencia y la realidad espiritual no es aún reconocida incluso por campos de estudio tales como “ciencia y conciencia” o “ciencia y teología” que buscan la confirmación de las realidades espirituales (no- lineal, es que calibran de 500 hacia arriba) en el dominio lineal limitado de los 400s.


DISCUSIÓN

Los niveles de conciencia de 400s representan la emergencia de la capacidad de sintetizar y utilizar abstracciones lineales y símbolos de gran complejidad y extraer su significado y sentido, y también verificar predicciones. La inteligencia comprende los campos jerárquicos de organización del rango y discierne valores como la fiabilidad, el valor implícito, o el significado. Estratifica las prioridades a través de la secuencia para los sistemas de clasificación que son análogos al paradigma, dominio, categoría, clase, especies, subespecies, géneros, y finalmente, un ejemplo específico. Esta función compleja es análoga a un sistema de clasificación rápida que es simultáneamente capaz de integración y selección. Aunque el contenido es lineal, su dirección general y el origen del funcionamiento son no- lineales, y su dominio general está de acuerdo con el poder del nivel de conciencia del campo en si mismo. 

Además de la colosal capacidad anterior, las funciones de procesamiento complejas simultánea y automáticamente dan un peso variable a cada parte de los datos con los grados atribuidos de credibilidad, importancia, verosimilitud, valoración y valor. Así, representan un banco de datos enorme, tanto individual como colectivo, creado por la humanidad a través del tiempo. 

La capacidad para pensar y razonar dio lugar a los campos académicos de la ciencia, la psicología, la filosofía, la metafísica, y el psicoanálisis, así como la psicología espiritual y esotérica. La palabra “dinámico” se añadió a los aspectos de todos ellos para aumentar el énfasis en la importancia de la función. Superpuestas a lo anterior fueron las teorías del aprendizaje, el conductismo, el condicionamiento operante, la retroalimentación y los sistemas de recompensa, facilitación, e inhibición.

A través de la investigación, la ciencia elaboró completas descripciones y patrones de correlaciones del funcionamiento con la neuroanatomía, la neuroquímica, el funcionamiento del sistema nervioso autónomo (simpático / parasimpático), las hormonas del cerebro, los neurotransmisores, y sus modificaciones  por la experiencia en genética. 

Mientras todo lo anterior representa una masa impresionante de información, la pregunta básica sigue siendo la misma que a lo largo de toda la historia: ¿Qué da a todo, “sentido”? (por ejemplo, ¿la hermenéutica?). Ponderar las implícitas sutilezas del significado ha ocupado las mentes más brillantes de la historia y produjo gran valoración de la filosofía y sus temas centrales, tales como la epistemología, la teología y la metafísica, que abordaron el problema de manera directa como lo hace la ontología (la ciencia del “ser”).

Con la evolución de la conciencia, la razón, la lógica y el intelecto son potenciados por la orientación hacia el compromiso con la verdad, que es en realidad un aspecto de la Divinidad y la fuente invisible de poder del campo de la propia mente. El don de la orientación con la verdad deriva en la comprensión y la acumulación de sabiduría y sagazmente en el ejercicio y la aplicación de la función de la razón. Por tanto, prevalece la voluntad individual para elegir el grado de prioridad de la razón en relación con la emotividad. El individuo es libre de ignorar la razón o seguir sus dictados e interpretaciones de la realidad vis-á-vis con la imaginación, los pensamientos idealistas, la fantasía, o las opciones emocionales y su grado de expresión. 

Así, el pensar y el razonar suceden en un campo general de un tono emocional evaluable que puede ser facilitador o limitante. El tono emocional general también refleja el input social colectivo, y varía de cultura a cultura. En cada cultura, se distribuye en varios subgrupos que enfatizan o menoscaban el valor de la razón y el intelecto. En general, la educación superior ha tenido un valor social-de estatus superpuesto a su innata e intrínseca valía. Alcanzó su más alta estima en la Edad de Oro de la antigua Grecia (aproximadamente 500 - 300 antes de Jesucristo), y luego recibió una valiosa aportación a lo largo de los siglos en Europa. Disminuyó durante el último siglo en el mundo académico, tanto en Europa como en América a través de politización y las incursiones del relativismo.   Una cultura madura apoya la educación y el aprendizaje como algo positivo que apoya los patrones de vida demostrados por la popularidad de la difusión del movimiento de auto- superación. El movimiento “culturas creativas” es un ejemplo (Anderson y Ray, 2000) que tiene un impacto global positivo en la sociedad en general. El nivel de calibración de conciencia de los Estados Unidos se encuentra actualmente en 421, lo que demuestra la gran influencia e importancia del nivel de conciencia del intelecto. Es de significar que en el nivel de la Razón, el nivel calibrado de “felicidad” se encuentra aproximadamente en el ochenta por ciento, lo que está en marcado contraste con su bajo porcentaje en los niveles por debajo de 200 (de uno a veintidós por ciento). 

Los esfuerzos humanitarios por ayudar a los desfavorecidos enfatizan la educación como la forma más efectiva de salir de la pobreza. Cuanto más alto sea el nivel educativo, menor es la tasa de natalidad, la mortalidad infantil, las enfermedades y otras privaciones concomitantes. Esto está dramáticamente demostrado por la reciente aparición de la economía del “Tigre Celta”. Después de siglos de pobreza extrema, la economía irlandesa surgió para convertirse en la actual líder en Europa como consecuencia del establecimiento de la educación superior gratuita y las correspondientes reformas legales progresivas económicas y políticas.   



DINÁMICAS DEL EGO DE LA RAZÓN

La combinación de razón, lógica y educación es un fuerte contrapeso para las presiones del núcleo narcisista primitivo del ego que se siente amenazado por los valores superiores de la integridad personal y social. Un enemigo de la racionalidad es el propio servilismo al narcisismo, el cual deforma y distorsiona la razón para facilitar sus propios fines. En los niveles inferiores de conciencia, la mente se utiliza simplemente como otra herramienta para imponer los posicionamientos, el control de los demás, y permitir la actuación de los instintos animales racionalizados. La razón del intelecto puede estar distorsionada como en la retórica al servicio de las emociones y las metas egoístas en lugar de aquello que es íntegro (por ejemplo, las filosofías del relativismo [cal. 180], o el marxismo [cal. 130]). La distorsión de la verdad al servicio de agendas posicionadas es característico de la Mente Inferior (ego) y no de la Mente Superior. 

La Mente Inferior sustituye la intelectualización narcisista por la dialéctica disciplinada de la verdad lógica. El mejor ejemplo es la disminución en el nivel académico a consecuencia de las incursiones  corrosivas del "relativismo moral”, que se describe de manera sucinta en el siguiente articulo del  Philadelphia Trumpet (junio de 2005):   

Relativismo moral.  El relativismo moral es la creencia de que definir el bien y el mal es una elección individual y personal. Negando la presencia de ley absoluta, esta ideología enseña que todas las decisiones son una cuestión del sentimiento personal.  

El relativismo moral significa que el adulterio, por ejemplo, no es objetivamente malo. Mientras que yo pueda creer que el adulterio está mal y que destruye matrimonios, usted tiene derecho a creer que está bien y fortalece un matrimonio. El mismo razonamiento se aplica para el asesinato, el robo, la pedofilia, y cualquier otra faceta de la vida humana. Con esta ideología, no hay una definición absoluta del bien y del mal -sólo lo que percibimos como bueno y lo malo.  

Este principio distorsionado ha hecho grandes avances en nuestras universidades. Creado por laicos, el relativismo moral es un subproducto de la teoría evolucionista, que impregna la cultura universitaria, especialmente las ciencias. Al negar la existencia de Dios, la teoría de la evolución sembró las semillas del relativismo moral. Si no hay Dios, los laicos razonan, entonces no hay ley absoluta.  

Usando el relativismo moral como su arma, los liberales (NT “progres” diríamos en España) laicos puede destruir cualquier ley absoluta que deseen. Incluso las leyes que rigen la sociedad pueden ser destruidas. La mayoría de la gente reconoce que las leyes estadounidenses, ideológica y moralmente se rigen esencialmente por las creencias Judeo-Cristianas de los Diez Mandamientos. Puesto que no hay Dios, según los laicistas, entonces todo lo que tenemos son diez Sugerencias; no hay ley. Sin leyes absolutas, la definición del bien y el mal es una cuestión estrictamente personal.  




Este es el por qué Ward Churchill, Harris Mirkin, y otros miembros de la facultad laicista pueden abrazar ideologías como el anti-Americanismo y la pedofilia. Si una persona no cree en el derecho absoluto, entonces él o ella no está obligado a creer que la pedofilia es un error. El relativismo moral destruye la ley que define lo correcto e incorrecto, moral e inmoral.    Estos son algunos ejemplos de la inmoralidad y la moral relativista que impregna nuestras universidades. La idea de que es responsabilidad del individuo decidir el bien y el mal está firmemente arraigada en las mentes de los estudiantes universitarios de hoy. 

Es también notable que el actual Papa, al asumir el cargo, declaró que el principal problema que amenaza al mundo es el relativismo moral, que reemplazan a la Divinidad, al declarar la soberanía del ego narcisista. El impacto en la sociedad ha sido señalado por muchos comentaristas sociales actuales (por ejemplo, Bruce, 2003). 

Los niveles de conciencia en los 400s indican que, aunque las emociones siguen estando presentes y se tienen en cuenta, ya no dominan o reemplazan la lógica y la razón. El “Pensamiento” es simplemente opinión aleatoria, mientras que la razón se ajusta por la dialéctica, la disciplina, y las limitaciones de las reglas de la lógica, que están bien representadas por las matemáticas.

La Mente Inferior está menos evolucionada y es característica de los niños, la inmadurez y la falta de educación. En su estado más primitivo, la opinión sirve a las emociones y las necesidades personalizadas y deseos. Por tanto, la Mente Inferior sirve a la comunicación de los estados subjetivos u opiniones, los cuales no están en la misma categoría que las construcciones mentales de la Mente Superior que pretenden representar afirmaciones más objetivas y verificables que por tanto requieren mayores niveles de validez o prueba. Así, la Mente Inferior se rige por el “querer”, y la Mente Superior es disciplinada al rendir cuentas, lo que requiere la adherencia a las normas de la verdad, con los correspondientes requerimientos de la ética y la responsabilidad.

Presentar la falsedad como supuesta verdad se excusa en los niños, pero puede tener consecuencias importantes en la vida adulta. La filosofía “postmoderna” (Marcuse, Chomsky, etc), como se indicó en Verdad contra Falsedad, (página 209) calibra entre 135 y 185 porque son intentos de distorsionar la razón y tratar de justificar y legitimar la falsedad como verdad y pretender que son de igual validez. Así, inconscientemente el intelecto está sujeto a las consecuentes distorsiones de la ingenuidad y el pensamiento ilusorio que se subvierten al narcisismo (por ejemplo, “Una palabra significa exactamente lo que yo quiero que signifique,” dice Humpty Dumpty en A través de del espejo, de Carroll). 

La falsificación de la razón es indicativa de no integridad y es también una característica básica de los rasgos de personalidad psicopática. Mendigar por las figuras públicas constituye un foco importante de los medios de comunicación actuales, que se nutren del escándalo. El superego, o conciencia, también ajusta el intelecto, y por tanto la razón íntegra y la lógica son una consecuencia de la moralidad y la ética que reflejan el contexto y no sólo el contenido. La Mente Inferior característicamente ignora el contexto, porque impondría una restricción a las distorsiones emocionalizadas de la verdad (un truco empleado con frecuencia en la retórica política). 

Como resulta obvio, la violación de la verdad también puede ser una consecuencia de la distorsión deliberada del significado de las palabras en virtud de la politización y las teorías sociales que calibran por debajo de 200 (por ejemplo, el “nuevo pensamiento”, el lenguaje policial, el elitismo político, etc). La razón disciplinada y la lógica se adhieren a las definiciones del diccionario de las palabras. 

La adhesión a la razón y la verdad lógica como norma social ha declinado en lo judicial y en el discurso público como consecuencia de la explotación del concepto de la “libertad de expresión” en el sentido de que cualquiera puede decir cualquier cosa que desee, sin consecuencias, y que esas acciones y comportamientos son “el discurso simbólico”. Al legitimar cualquier y todos los comportamientos como un “derecho”, el camino hacia la anarquía y los trastornos sociales degenerativos son fomentados con complicidad. Históricamente, los grandes imperios se desmoronan desde dentro por la decadencia moral. En realidad, la Primera Enmienda prohíbe sólo al gobierno que censure la expresión. En el ámbito social, la adhesión a la verdad ya no es un requisito, dando así más voz a las expresiones de premisas ilógicas que en los medios de comunicación tienen un valor de explotación en lugar de un valor intrínseco. 



La ficción reemplaza a la verdad, los niveles calibrados de conciencia reflejados en los comunicadores, se han reducido, aunque algunos se han resistido a la tendencia por la cual, paradójicamente, ahora son criticados en vez de ser respetados (ver Verdad contra Falsedad, capítulo 9).   La opinión es el procesamiento de símbolos aleatorios. El pensamiento lineal es propenso a los errores, ya que refiere al contenido. El contenido es conocido en virtud de la cualidad de la consciencia, que es el campo de atracción de consciencia por el cual se produce la contextualización. El contenido piensa, el campo sabe. En contraste el Ser es. 

La distorsión de la razón íntegra para servir a los objetivos íntegros es la principal fuente de conflicto social, discordia moral, y el sufrimiento humano. La negación de la razón, con sus forzamientos intrínsecos, permite la liberación de tendencias atávicas de los aspectos primitivos del ego, que ve la lógica, la prueba, y la racionalidad como frustradoras de sus intenciones. Las enormes consecuencias de la distorsión de la lógica y la razón son evidentes no sólo a través de la historia, sino también en el mundo de hoy. Considerando que la verdad se orienta con la supervivencia, la falsedad cuenta las muertes por decenas de millones de vidas sólo en el último siglo. 

Con la madurez, la inteligencia se integra con las emociones positivas que añaden valor y motivaciones, tales como el placer de la realización. La orientación espiritual resulta al priorizar los principios espirituales por los que se resuelve el conflicto. De este modo, lleva a la Razón a su mayor desarrollo. Comprometerse con el esfuerzo de servir a lo más elevado y bueno significa subordinarlo a la voluntad de Dios. 

Las percepciones de lo “bueno” o “malo”, como Sócrates señaló, son a menudo principalmente el resultado del deseo o la ilusión más que una realidad objetiva. Si la deseas, una postura  u opción parece ser “buena”; si no se desea, se rechaza como “mala”. Así la razón contrapesa la distorsión emocionalizada, ya que su intención es la de discernir la verdad y no racionalizar la falacia. A los principios espirituales a menudo se les otorgó preferencia sobre la intelectualización más limitada por lo que la fe en la razón es suplantada por la fe en Dios. 

La razón y la lógica (es decir, la ciencia) son de gran valor en su paradigma apropiado. Por el nivel 500, a través de la orientación espiritual, la subjetividad también progresivamente se convierte en un foco importante de la experiencia que enfatiza los valores del perdón, la misericordia, el amor y la devoción. Añadiendo una comprensión diferente de significado y valor que influye en la selección de las opciones y las elecciones según lo percibido por el intelecto.  




TRASCENDER LAS LIMITACIONES DEL INTELECTO

El intelecto acumula, ordena, procesa y asimila la información espiritual y religiosa. Parece una paradoja que al mismo tiempo, puede volverse en una limitación para la evolución hacia un nivel de conciencia superior, lo que requiere trascender la mente. Las limitaciones de la mente se evidencian por su estructura en la que el ego funcional es lineal, dualista, y dominado por el paradigma newtoniano de la causalidad que refuerza la ilusión de un separado, personal “Yo”, como el propio agente causal. 

La transición desde el nivel de conciencia de los 400s al nivel de los 500s es un salto de paradigma del reino mental de los símbolos lineales a la subjetividad no- lineal. La mente está satisfecha con la adquisición de conocimientos, pero luego descubre que solo eso no es suficiente para que se dé una transformación, que requiere un paso mayor para convertir los datos en realidad de la experiencia interior. 

El intelecto está acostumbrado a ser satisfecho al oír “acerca de” un sujeto y puede ingenuamente concluir que la información en sí misma debería ser suficiente. Si bien esto es a menudo parcialmente cierto, en otras ocasiones, la transferencia desde la adquisición de información hacia la experiencia subjetiva se produce a través de la práctica espiritual, la meditación, la contemplación y la devoción, ayudada por la oración. 

Al rechazar la egocentricidad y por la afirmación espiritual, la práctica, y el compromiso, los flujos de energía espiritual en el sistema energético son amorosos y no el amor personal limitado por las relaciones personales. Los campos de energía transformadora de los 500 en adelante son calibrables, no- lineales, autoresplandecientes, radiantes y están más allá de la definición científica de lo objetivamente verificable. 

Los obstáculos son el resultado de aferrarse a las limitaciones por el beneficio personal, como el orgullo en la adquisición intelectual de la propia información. Aunque el cambio de lo mental a lo verdaderamente espiritual es volitivo y procede por consenso, no es controlable como si lo fue la adquisición del material mental y la información. La transición está mejor descrita en el clásico paso “tiene”, “hace”, “es” y se facilita al renunciar a la tentación de controlar el proceso. Es más importante situar la fe y la confianza en la intención espiritual y entregarse a la Divinidad por la cual potencialmente se transforma en realidad cuando las condiciones lo permiten.

Por tanto, la entrega es una actitud necesaria y casi constante que es favorecida por una humildad muy profunda. Una resistencia que a menudo no es reconocida es el apego a lo familiar por lo que podría llamarse “paradigma de la lealtad”. Por ejemplo, esta limitación se demuestra, como se señaló anteriormente, por las conferencias y publicaciones dedicadas a los campos de “ciencia y religión” o “ciencia y conciencia” que son académicas y por lo tanto calibran en la mitad de los 400s. Ellas característicamente impiden el reconocimiento de la importancia principal de la subjetividad, el reino del Ser, sólo por el cual pueden las realidades espirituales, que calibran a 500 o más, ser reconocidas o comprendidas. 

Las limitaciones de la ciencia académica son más marcadamente obvias en su ambivalencia y desconfianza del testimonio de la experiencia en primera persona y la información (Ginsburg, 2005). La intelectualización científica sobre la “realidad” de la experiencia personal refleja un entramado en relación a la respetabilidad académica y la credibilidad (del paradigma newtoniano) de la experiencia humana. Así, la verdadera realidad espiritual es excluida del estudio, aunque sea el supuesto objetivo de tales proyectos. Esto es como buscar las llaves perdidas del coche por la noche debajo de la farola “porque la luz es mejor aquí”, o buscar fantasmas con un contador Geiger. 

Obviamente, de la mayor importancia es que, en virtud de la ceguera del paradigma, la principal fuente mundial de información espiritual -el registro histórico de los místicos más grandes del mundo y los maestros espirituales iluminados más importantes (incluyendo a los más grandes Avatares) quedan excluidos. La ciencia es lineal; la Realidad Espiritual es no- lineal, lo cual uno pensaría que debería ser claramente obvio. 



Por la intención espiritual, el intelecto puede ser santificado de manera que se convierta en un trampolín y vía hacia la comprensión de la realidad espiritual en vez de un callejón sin salida o un bloqueo. El estudio Espiritual utiliza el intelecto para revelar que el propio intelecto ha de ser trascendido desde el “conocimiento acerca de” hacia “el convertirse”, lo cual es acompañado por la práctica espiritual, la disciplina y la devoción.   


LA ACTIVIDAD MENTAL: LOS PENSAMIENTOS.

Un obstáculo importante para la evolución espiritual y el trascender la identificación del yo con la mente es el procesamiento de datos, símbolos y palabras a través de la actividad mental azarosa, que presume que de ser “pensante”. Durante la meditación, esta charla mental es frustrada y se convierte en una fuente de ansiedad. Tratar de silenciar a la mente a través de la fuerza de voluntad es ineficaz, y los resultados son limitados y breves. Al entender el origen del flujo de la actividad mental, puede ser trascendida, revelando el silencio del que surgen los pensamientos.  La opinión es de origen egocéntrico, y su función principal es el comentario. Salvo que sea solicitado, los pensamientos son una vanidad, una interminable procesión de opinión, racionalización, reprocesamiento, evaluación y juicio por las que los pensamientos son dotados de valor o importancia a través de su presunta importancia porque son “míos”. El ego está enamorado de la historia de su vida y su carácter central. 

Esto confronta la vanidad intrínseca del ego de aceptar que a menos que sea requerido para solventar los problemas, su opinión es superflua y carente de valor intrínseco o aprecio. Por tanto, la “importancia” es una vanidad auto-citada, y el ego presume por la inflación de que tiene el “derecho” a inmiscuirse en la paz y el silencio con interminables balbuceos infantiles y charlas. La mente tiene una audiencia imaginaria y lleva a cabo un monólogo para la auto-adulación y la presunta importancia. La mente indisciplinada tiene un comentario de la observación u opinión sobre todo. ¿A quién le importa? ¿Quién le preguntó? Sus pensamientos son frecuentemente repetitivos, pobres, monótonos, y mundanos.

Es un alivio dejar que la mente se vuelva silenciosa y sólo “sea” con el entorno. La paz llega, y la apreciación y la calma prevalecen. Con el fin de darse cuenta de que correr a comentar no es necesario ni incluso está permitido, la voluntad da permiso a la mente para permanecer en silencio. Cuando devaluada y humillada, la vanidad basada en los pensamientos colapsa, en su lugar descubres la alegría del silencio interior, que en realidad constituye el noventa y nueve por ciento de la mente. Sólo el uno por ciento está en realidad charlando. 

La mente bien disciplinada sólo debería hablar cuando se le solicite para realizar una tarea. No entrenada, la mente se convierte en un rebelde “sobre el escenario” actuando y molestando. El yo necesita aprender a respetar al Ser y el Silencio de la Presencia. Al observar la mente, se hace evidente que ella representa al niño disfuncional, sin reglas, que constantemente busca atención. 

Por lo general es infructuoso tratar de bloquear el pensamiento o forzar la mente al no eliminar su motivación ni sus pagos. Estas raíces motivadoras pueden ser identificadas y entregadas. Es entonces sorprendentemente posible tomar una decisión: simplemente no pensar en nada. Esto es posible mediante la orientación con el Infinito Silencio del que surgen los pensamientos. Se encuentra localizado no entre, sino justo antes de que surjan los pensamientos.

Una técnica útil para eludir la actividad mental es la de la visualización creativa en la que el objetivo deseado es visualizado y mantenido en la mente periódicamente. Potencialmente tiende a manifestarse cuando las condiciones son favorables, y la intención (además de las inclinaciones kármicas) es una influencia del contexto. En la actividad mental normal, la lógica y la secuencia son vistas como casuales y también necesitadas de esfuerzo. La visualización está influyendo en los resultados por mecanismos completamente diferentes (y más fáciles).

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Transcending the Levels of Consciousness  by David R. Hawkins, M.D., Ph.D.














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